viernes, 2 de octubre de 2009

Tierra de Brujos y Embrujos

Toda ciudad tiene un lado místico, y Huacho no es la excepción. Pues encierra una tradicional creencia en las curaciones y sesiones de los famosos chamanes, conocidos popularmente como “Brujos”. Conoceremos la historia de Calín Mori Picón, un misterioso y gentil personaje que nos dejó descubrir los secretos que guarda el ser un verdadero Maestro Huachano.

Huacho es reconocido como la Ciudad de la Hospitalidad, por la carismática y acogedora bienvenida que brinda a sus visitantes, también por su famosa salchicha huachana y sus ricos potajes (la sopa huachana, ceviche de pato, chicharrones, etc.), por sus diversos lugares turísticos, como sus refrescantes playas, su malecón, la plaza de armas, la campiña de Santa María, etc. Pero con frecuencia es atractiva y concurrida por tener a los más efectivos chamanes, que tienen visitantes nacionales y foráneos.
Esta fama data de los años cincuenta, época en la que los curanderos y chamanes gozaban de un singular prestigio, hasta llegaron a ser visitados por colegas del norte del país para aprender algunos de sus secretos. José Yancunta, Borcio Grados, los Hermanos Ortiz, Daniel Martínez y su esposa la reconocida bruja por gran fineza Rosario Romero Llontop, son algunos de los chamanes huachanos de esa época.
El chamán Huachano
La jornada comienza a las 7 de la noche, en su automóvil negro, llega el Maestro Mori, totalmente preparado para recibir a sus pacientes, que ya lo están esperando acompañados de los ayudantes. El Maestro siempre lleva un rosario debajo de su camisa, afirma que lo tiene para que lo proteja de las energías negativas. Entra al pequeño ambiente donde realiza las sesiones y se sienta en su escritorio para alistarse. Cuando se ingresa a esta habitación, se puede sentir un poco de temor, pero es sólo al principio, puesto que no puedes observar con claridad cada un de los extraños objetos que posee, pero enseguida te acostumbras a la escasa luz de la solitaria vela que está colocada sobre uno de los frascos, conocido como la laguna rey, que se encuentran sobre el escritorio. Sobre este escritorio hay diversas lagunas, artes (huacas legítimos), una virgen pequeña, maracas, etc. Hay una banca frente al escritorio para que se sienten los pacientes.
En el lugar también se hallan seis cráneos, colocados ordenadamente en un altar, y un póster gigante donde se proyecta la imagen del Maestro Calín Mori abrazando a su padre, quien fue un Maestro prestigioso, pues su visión fue heredara de generación en generación.

El Maestro, desde los ocho años observaba el trabajo de su padre, y al crecer se dio cuenta que contaba con la visión que se necesita para ser un legítimo Chamán, y con empeño lo logró. Es tan el prestigio de los Maestro Mori, que al dirigirte a su oficina, basta con decir a los taxistas huachanos, donde los Mori y enseguida te llevan, sin mas referencias.
El Maestro realiza diversas curaciones según el caso porque acudas a él, por lo general son por enfermedades, separaciones familiares, problemas personales, laborales, afectivos, males de amor y de espíritu. Así como hay personas que acuden a curarse, hay quienes concurren a los chamanes para que los ayuden a dañar a otras, cosa que no es labor de los verdaderos chamanes, sino se estaría hablando de brujería, hacer daño utilizando energías negativas, muchos Brujos hacen pacto con el demonio para adquirir mayor poder, o invocan a los espíritus frecuentemente con la finalidad de venganza.
Al iniciar una sesión, el Maestro pide el nombre completo a la paciente, y hace un rastreo, como un diagnóstico de la persona orgánicamente, un análisis de su entorno familiar, laboral, personal, sobre diversos aspectos. Para poder recetar que es lo que necesita, lo cual se desarrollaría en otra sesión, mayormente la curación de una persona dura de cuatro a cinco sesiones. Pueden realizarle una limpia, curación, lavados, baño de florecimiento, baño de vapor, tratamiento con brebajes y pócimas, etc., dependiendo del caso.

Por ejemplo en el caso de una limpia, El maestro comienza la sesión cantando una cuenca, estas son canciones diferentes si es varón o mujer el paciente. Los integrantes de la sesión son El Maestro, el paciente y el ayudante, el cual colabora silbando y zapateando con ritmo y rociándole esporádicamente con la boca algunas gotas de la laguna específica para su mal, mientras se da la duración de la cuenca. A continuación se retira el ayudante y el Maestro conversa con la paciente, similar a un psicólogo, le aconseja el camino que debe seguir para superar los obstáculos que está teniendo y el paciente acepta la ayuda del Maestro y se compromete a superarlos. Tras terminar la mesada, el Maestro Mori se realiza una limpia, puesto que absorbe todas las energías negativas. De igual modo, sus ayudantes entre ellos se hacen la limpia.
Los días que trabajan los chamanes son específicamente los martes y viernes, porque son los días donde los astros juegan, y los apoyan para ver con claridad el rastreo de los pacientes y favorece a las curaciones.
Sobre los utensilios, utiliza las artes, que son de huaca legítima, tienen un papel importante, el Maestro dice que “Sin arte nadie te cura”. Por eso es que cada persona a la hora de la sesión tiene que sostener una, para tener protección. Existen los guerreros, los guardianes, los moros, la arte rey y la reyna, etc. Cada una tiene una función diferente porque atrae distintas energías del lugar de donde provienen. Otro herramienta son las lagunas, puede ser la laguna estrella, rey, reyna, etc., compuestas por más de cien hierbas diferentes, que transmite la fuerza, energía, el espíritu de la laguna. Asimismo las cuencas, las pócimas y brebajes.
Un aspecto esencial y primordial para estas sesiones es el costo económico de estas. Según el trabajo del Maestro Mori, la primera sesión que realiza tiene un solo costo para todos los diferentes casos. Porque es un análisis, hace un rastreo, un diagnóstico. Las siguientes sesiones según lo que te recete tienen diferente precio.

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